FORMACIÓN

     Como las hermandades son realidades asociativas de fieles en comunión con la Iglesia (son Iglesia), desarrollarán su vida eclesial en sintonía con la Iglesia, teniendo como fines propios, para poder dar vida al culto divino, la evangelización de sus miembros, mediante la formación teológica y espiritual y el ejercicio de la caridad cristiana.

     La formación teológica y espiritual deberá ser permanente, no solo en época de cuaresma, sino también en los demás ciclos litúrgicos, para ayudar a los hermanos a vivir como cristianos comprometidos en su vida familiar, social, de trabajo y en la propia Hermandad.

     Para el cumplimiento de la formación cristiana de los hermanos, la Hermandad contará con cuantos medios estén a su alcance, adaptados al tiempo en que tenga lugar la misma. Para ello, la Hermandad desarrollara el programa de formación en coordinación con la Parroquia y con el parecer del Director Espiritual en colaboración con la Junta de Gobierno.